El Túnel Subfluvial “Raúl Uranga – Carlos Sylvestre Begnis” que une las ciudades de Santa Fe y Paraná cumple 50 años de vida desde su inauguración, el 13 de diciembre de 1969. Se trata de una obra de ingeniería única en Latinoamérica que es símbolo del federalismo, la unidad de los pueblos y el crecimiento regional.
La necesidad de una conexión entre la región Litoral y la Mesopotamia se remontan a principios del siglo XX cuando se comenzó a discutir la conveniencia de construir un puente o un túnel. El primer proyecto de un puente para unir Santa Fe y Paraná data de 1911. Pero aunque esto parecía ser lo más lógico no prosperó y la idea del túnel fue tomando fuerza.
Fue recién a fines de 1959 y en el restaurante “Luisito” de Paraná que el gobernador de Entre Ríos, Raúl Uranga, y el de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis, acordaron después de un almuerzo la construcción de un Túnel que uniera ambas capitales, eludiendo la jurisdicción Nacional.
Al año siguiente las provincias se comprometieron a llevar adelante la obra con recursos propios, con independencia de la autorización y el apoyo del Estado Nacional. Llamaron a licitación y en 1961 abrieron el sobre con la propuesta del único consorcio oferente conformado por una empresa argentina, una alemana y otra italiana.
En marzo de 1962, después de que el presidente Arturo Frondizi, colocara la piedra fundamental en la costa santafesina, se dio inicio a las obras del túnel subfluvial que originalmente llevó el nombre de «Hernandarias», en recuerdo a Don Hernando Arias de Saavedra, primer criollo que gobernó esta parte del continente.
Por último, según recordó Aire de Santa Fe, los trabajos llevaron siete años y más de 3.000 personas trabajaron en la construcción de la obra de ingeniería más importante de la región.