Paraná: El Patito Sirirí fue restaurado y recuperó su caña de pescar

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Un icono del paisaje paranaense recuperó su esplendor. El Patito Sirirí fue restaurado y volvió a su encanto tradicional. El Patito Sirirí, ubicado en el parque infantil de calle Gregoria Matorras al final, en la capital entrerriana, recuperó uno de sus detalles históricos: la caña de pescar.

Una de las figuras más emblemáticas de la ciudad está siendo restaurada por personal de la municipalidad de Paraná, por iniciativa del taller de Herrería de la dirección de Arquitectura Municipal. Las tareas de restauración comenzaron a fines de agosto, cuando los municipales iniciaron la reparación del hueco que el Patito tenía en la panza tras hechos de vandalismo de los que había sido blanco. Luego fue pintado de color amarillo y ahora suma un nuevo accesorio: la caña de pescar con un pescado colgando, recordó Elonce TV.

En esa línea, la coordinadora general de Arquitectura por Administración de Obras Públicas, Lorena Mayor, detalló que desde la comuna se trabaja en “la puesta en valor de los muelles históricos, se pintan las barandas de la costanera y los puentes de avenida de Las Américas, de calle Estrada y el Eva Perón que es tan emblemático”.

“Tratamos de acondicionar todos los sectores relevantes de la ciudad”, remarcó al sumar que “sobre Bulevar Racedo se implantaron tres palmeras Fénix, del vivero municipal”. Y agregó que “en Herrería se arreglan los juegos infantiles para la puesta en valor de plazas con una paleta de colores nueva y renovada”.

El parque infantil, Carmelo Cabrera, más conocido como Patito Sirirí fue inaugurado en 1975 como un atractivo turístico más para la gente que llegaba a conocer el Túnel Subfluvial.

Con el objetivo de crear una imagen icónica que representara la provincia, el dibujante Héctor Goiburo combinó al pato sirirí, una especie autóctona y dos dibujos animados internacionales: el Pato Lucas y el Pato Donald.

De la construcción de la estatua estuvieron a cargo los artesanos paranaenses Rodolfo y Horacio Eyssartier (también construyeron el Ñandu de la Toma Vieja y la medialuna que existió en el mismo predio del Patito Sirirí), y con el paso del tiempo cambiaron dos cosas: el color, ya que antes era negro, y antiguamente llevaba una caña de pescar con un pescado en una de sus alas.

Originalmente, la figura fue creada para promocionar el turismo y hoy, es emblema de uno los lugares turísticos de la ciudad.

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